La idea de Garro es que la ciudad resuelva de manera sustentable una serie de problemas que la aquejan desde hace años como son los vinculados con el desorden vial, la nocturnidad, los ruidos molestos y la utilización del espacio público.
En ese marco, Garro instruyó a algunos de sus funcionarios, como por ejemplo al secretario Coordinador, Oscar Negrelli; al titular de Convivencia, Roberto Di Grazia; al de Seguridad, Darío Ganduglia y al de Espacios, Marcelo Leguizamón, a que avancen en un anteproyecto sobre la base de las ordenanzas vigentes, varias que hay que reformar y otras que hay que crear.
Hace algunas semanas, en diálogo con radio 96.7, Negrelli había anticipado que "la idea es que los vecinos participen en el debate de lo que después se elevará al Concejo Deliberante para su tratamiento".
En el garrismo existe la voluntad de que el Código que surja "sea producto de los consensos más amplios posibles en donde participen las fuerzas políticas del Concejo, pero también la sociedad en su conjunto". En ese marco tendrá un rol importante en el deliberativo el titular del Cuerpo, Fernando Ponce, y los diferentes referentes de las distintas bancadas.
Hace unos días, cuando Garro recibió a representantes de cámaras comerciales locales, les anticipó la idea central, y en ese caso habría interés sobre, por ejemplo, la temática tan recurrente de la venta ilegal en la vía pública.
En Cambiemos dicen que "nosotros podemos hacer el mejor Código del mundo, pero los vecinos tienen que estar incluidos, sentirlo, ser protagonistas en el mismo".
Legislar en materia contravencional no es un tema simple como parece, ya que se trata de organizar a la comunidad para vivir socialmente y tener una buena calidad de vida.
También en el oficialismo municipal está la idea de que no sería bueno llegar a tener el mejor Código de Convivencia si esa situación no es también acompañada por una reforma en la Justicia de Faltas.
