El borrador del proyecto que el jefe comunal prevé enviar al Concejo Deliberante ni bien ese cuerpo retome su actividad establece que quienes "hostiguen, maltraten o intimiden" a una persona afectando "su dignidad, libre tránsito y el derecho a la integridad física en espacios públicos", serán sancionados con multas que van desde los 1.000 a los 2.500 módulos ó arresto de hasta 20 días, según lo considere la autoridad de la Justicia de Faltas, publica en su edición de este miérocles el diario El Día.
Teniendo en cuenta que cada módulo tiene un valor de 173 pesos, esto implica que las penas pecuniarias pueden variar entre 173.000 y 432.500 pesos. Pero estas sanciones pueden aumentar 346.000 pesos de mínimo y un arresto de hasta 30 días si la víctima del acoso es mujer; si éste fue realizado por más de una persona y si éste se realiza mediante la propagación de imágenes o grabaciones digitales no consentidas, por ejemplo, a través de las redes sociales.
La tipificación de esta contravención tiene como antecedente a la ya sancionada en la Ciudad de Buenos Aires el año pasado, a raíz de la denuncia de una joven que diariamente sufría hostigamiento desde una obra en construcción próxima a su casa.
Según explicaron ayer desde la Comuna al diario platense, el procedimiento para avanzar con esta infracción es como el de cualquier otra. La persona afectada deberá radicar una denuncia en el juzgado de faltas, donde se labrará un acta en la que deberán constar las pruebas aportadas por el denunciante.
Con todo, en el Departamento Ejecutivo local también advirtieron que el artículo -el 120 del borrador que el área de Legales le presentó a Garro- "trasciende la cuestión de género y lo amplifica a todas aquellas cuestiones en los que la identidad de hombres y mujeres puede verse afectada, como pueden ser su origen o su religión".
Y ejemplificaron los casos de bullying, que muchas veces se hacen presentes en las redes sociales y otro tipo de insultos que ocurren en los espacios públicos o en los espacios privados con acceso al espacio público.
En esencia, la ofensa en espacios públicos que afecten la dignidad de las personas por su condición de género o identidad sexual es el límite que se busca poner con este proyecto, fomentando el respeto a hombres y mujeres en la vía pública.