Esta posición tiene que ver con la medida impulsada por la Nación de subir el valor de los boletos de los colectivos y trenes entre un 30 y 70%. Si bien se anunció que este cuadro será escalonado, Lorenzino reconoció que "aunque se lo disfrace de cualquier forma, los trabajadores y los jubilados no soportan un aumento más".
"El gobierno nacional parece no reconocer los problemas que atraviesan los bonaerenses, ya que los vuelven a castigar con un incremento que se suma a las subas irracionales de los servicios públicos básicos como la luz, el gas y el agua", indicó el Defensor del Pueblo.
Según un estudio de la Defensoría y la Facultad de Sociología de la Universidad de Buenos Aires (UBA), el 29% de los bonaerenses dicen tener problemas con los transportes públicos. De este grupo, el 79% no hace ningún reclamo porque sostiene que el gobierno (principal responsable de estas vulneraciones, según el 34% de los encuestados) no lleva adelante ningún tipo de acciones para solucionarlas.
"Ante este contexto de descontento generalizado con el transporte público, se suma la nueva suba, que queda en contramano con la calidad del servicio y con la seguidilla de incrementos que se aplicaron desde un tiempo a esta parte", puntualizó Lorenzino.
Además, precisó que "queda claro que las paritarias cerradas en torno al 15% quedaron desdibujadas, tanto por el proceso inflacionario que atraviesa el país, que parece descontrolado, como por la corrida cambiaria de los últimas días, que puso en jaque al modelo económico del gobierno".
"Nos ofrecen pagar los servicios en cuotas, con la agravante de recibir boletas con publicidad de entidades financieras, dando por sentado que las familias no pueden pagar, además de incentivarlas a tomar créditos a tasas usurarias", manifestó Lorenzino, y agregó que "las familias no soportan más la ineficiencia de las políticas públicas que se vienen aplicando y que, salvo la mirada de unos pocos, no encuentra correlato con la realidad".