En su más de 40 años de búsqueda incansable de su nieta, Clara Anahí Mariani, María Isabel se convirtió en todo un ícono en la tarea de las Abuelas para hallar a sus nietos y que hasta ahora permitió recuperar a 128 jóvenes, dice una nota publicada en el diario El Día, de la capital bonaerense.
La nieta de Chicha desapareció el 24 de noviembre de 1976 en nuestra ciudad, a manos de un grupo de tareas dirigido por el represor Miguel Etchecolatz (ver aparte). Fue la segunda presidenta que tuvo la asociación y se apartó por diferencias con Estela de Carlotto, y también tuvo un largo distanciamiento con Hebe de Bonafini.
Mariani había nacido el 19 de noviembre de 1923 en la ciudad mendocina de San Rafael, pero vivía en City Bell rodeada de recuerdos. Aquel 24 de noviembre de 1976 no sólo perdió a su nuera y a su nieta. Perdió una buena parte de su vida. Daniel era su único hijo y falleció casi un año más tarde en otro ataque.
Clara Anahí, era su única nieta.
"Chicha" nunca se imaginó en el rol de activista de los derechos humanos; que no sabía de política y que tenía, más bien, la vida de una mujer de su tiempo, ajena a los avatares de esas luchas y alejada totalmente del concepto de lucha armada. Abandonó desde el momento mismo de la desaparición de su nieta, su rol de docente para dedicarse a tiempo completo a tratar de recuperarla.
"Yo era una total ignorante de todo. Era profesora de Historia del Arte, me dediqué a acompañar a mi marido que era director de orquesta y no sabía ni siquiera viajar sola a Buenos Aires", contó en una entrevista.
"En 1977 una empleada del juzgado de menores me habló de 'unas señoras que buscan a sus hijos' y yo no entendía, pero después de varias veces que me lo dijo, me dio la dirección de 'Licha' (Alicia Zubasnabar de De la Cuadra), y fui a verla", relató.
El juicio a Etchecolatz
Chicha Mariani fue víctima en varias oportunidades de la saña con la que represor de la Bonaerense Miguel Osvaldo Etchecolatz sostuvo que sabía dónde estaba Clara Anahí, sin aportar un dato.
Durante el juicio al represor, Mariani dijo: "Yo me equivoqué varias veces siguiendo caminos pero no me puedo dar el permiso de morirme, tengo que encontrar a mi nieta". Y agregó: "Lo veo con el rosario y yo le quisiera pedirle que en vez de rezar alivie su conciencia diciendo dónde esta Clara Anahí, porque él sabe, y él sabe que mataron a Diana por su orden o con su mano". Su lucha no pudo tener su más preciado premio. Volver con su nieta, siempre según El Día.