Después del ataque persecutorio y furioso de la diputada de la Alianza Cambiemos Elisa Carrió, el ministro de Justicia, Germán Garavano, dijo que en sus dichos de ayer no se refirió "sobre casos concretos" sino en "abstracto" sobre el uso excesivo de la prisión preventiva que están aplicando algunos jueces argentinos.
En este sentido se desligó sobre sus afirmaciones acerca de que "nunca puede ser bueno para un país que un ex Presidente esté detenido", en clara referencia a la situación de Cristina Kirchner y el pedido de desafuero exhortado por el juez Claudio Bonadio.
Garavano dijo que "estará a disposición" para explicar todo lo que sea necesario en caso de que la Coalición Cívica, que encabeza Elisa Carrió, insista en un pedido de juicio político en su contra.
Carrió explotó en redes sociales durante la tarde del miércoles al decir que "Estos dichos de Garavano son una vergüenza para la República y la división de poderes. Puede estar emparentado también con la impunidad de Menem en la Cámara de Casación. Si esto es así es pasible de juicio político".
NO ACLARES QUE OSCURECE
En este contexto de internas y operaciones, la diputada ratificó que impulsará la medida de juicio político, a través de una carta intitulada "No volvamos al pasado Sr. Presidente". Salió a aclarar -u oscurecer- que lo que dijo "no es una amenaza".
En un texto difundido a través de las redes sociales, advirtió que "una de las condiciones del acuerdo que construyó Cambiemos fue el fin de la corrupción y la impunidad para siempre".
"La República está sumamente herida por un sector del gobierno que por conveniencia política no desean verdad, justicia y condena. Esto no es negociable. Ni la República. Ni la impunidad. El Presidente lo sabe desde enero del 2015. No volvamos al pasado Sr. Presidente", apuntó.
"La falta de apoyo del vocero del radicalismo, como así también las distintas expresiones a mi supuesta ira, calentura o improsperabilidad del juicio político, o como cuestiones de carácter estético sobre mi persona, provenientes de muchas mujeres y hombres de la política nacional, determinarán una demanda por discriminación y machismo aberrante. Es la primera vez que lo haré", escribió.
"No me guía el enojo ni la calentura sino la necesidad de que Cambiemos cambie o no cambiará la historia. Esto no es una amenaza, es una decisión colectiva e irrevocable", concluyó la polémica diputada.