Cáncer renal: se aprobó la combinación de dos inmunoterapias - nivolumab (anticuerpo monoclonal anti-PD-1) con ipilimumab (anticuerpo monoclonal anti-CTLA-4) - como el primer tratamiento para pacientes con carcinoma de células renales avanzado de riesgo intermedio o alto, que no han sido tratados previamente. Se trata de la 1° terapia de primera línea que muestra una sobrevida global significativamente superior en el carcinoma de células renales avanzado de riesgo intermedio o alto. Este nuevo tratamiento mejora la calidad de vida de los pacientes respecto de las terapias actuales[1].
Melanoma: se aprobó el uso de nivolumab para el tratamiento adyuvante de pacientes con melanoma con compromiso de ganglios linfáticos regionales o metástasis, que han sido sometidos a resección quirúrgica completa. Luego de cirugía, el riesgo de recaída a 5 años es del 70%.[2] El objetivo de la terapia adyuvante es reducir el riesgo de recurrencia tras la resección quirúrgica completa del tumor, de los ganglios linfáticos regionales comprometidos y las metástasis resecables.
Este tratamiento adyuvante para el melanoma tiene un beneficio comprobado de sobrevida libre de recaída de la enfermedad e implica acercar la inmuno-terapia a estadíos más tempranos 3
Además, se aprobó la dosificación de optimización para actualizar a 480 mg cada 4 semanas. Una alternativa que se adapta a las necesidades del paciente, según la indicación del profesional de salud.
La Inmuno-oncología ha transformado el tratamiento de muchos tipos de cáncer en la última década. Bristol-Myers Squibb está comprometida con el avance de esta disciplina con el objetivo de cambiar las expectativas de sobrevida de los pacientes y la forma en que estos pacientes conviven con la enfermedad.