Anunció también que hasta el 31 de diciembre próximo no trabará nuevos embargos sobre cuentas bancarias y derechos de crédito.
Esta medida, según estimaciones del fisco, constituirá un paliativo para casi 58.000 contribuyentes, entre ellos, pymes, microempresas y prestadores de servicios profesionales, que poseen deudas tributarias que se encuentran en proceso de cobro por juicio de apremio.
El programa de regularización comprenderá a planes de pago previos que se encuentren caducos por incumplimientos, indicó en un comunicado.
El plan comprende a contribuyentes que adeudan los impuestos Inmobiliario (Básico y Complementario), Automotores, Embarcaciones Deportivas, Ingresos Brutos y Sellos .
En el caso de las deudas que están en instancia prejudicial y judicial, se contempla una financiación de hasta 60 cuotas para regularizar la situación.
Este programa contará con la particularidad de incluir deuda corriente, ya que abarcará tributos impagos vencidos al 31 de julio de 2019, destacó ARBA.
Contará con un beneficio especial, ya que el monto del acogimiento podrá reducirse en hasta un 15% de la deuda judicial (sin afectar capital), puesto que la provincia reconocerá y se hará cargo de gastos procesales que debe enfrentar el contribuyente, como costas y honorarios de abogados externos, apuntó además.
Asimismo, ARBA abrirá la posibilidad de retomar planes de regularización caídos por falta de pago, tanto en instancia judicial como prejudicial.
La medida, que abarcará programas caducos al 31 de julio de 2019, favorecerá a más de 66.000 contribuyentes que podrán cancelar deudas tributarias en condiciones ventajosas.
El beneficio para quienes adhieran a esta modalidad de cancelación radica en que el monto total a pagar por el programa rehabilitado siempre será inferior a cualquier otra alternativa de regularización de deuda.