El párroco, que perteneció al Servicio Penitenciario, tenía una orden de detención formulada por la jueza Marcela Garmendia.
Pasadas las 22 se quitó la vida en sede de Caritas, calle 4 entre 49 y 50.
El sacerdote estaba acusado de abuso con al menos cinco menores, y su situación judicial era muy comprometida.
Lorenzo estaba con licencia y no podía tener contactos con menores por lo que se encontraba alojado en la dependencia de Caritas.
El cura había nacido el 21 de enero de 1960, por lo que tenía 59 años de edad.