"Abordar "los efectos negativos del sistema U.V.A.", concentrándose en la relación entre las cuotas y los ingresos, constituye un grave error. A ningún técnico del B.C.R.A. -menos a sus autoridades- se les puede escapar que los hipotecados nos encontramos sobre endeudados para cumplir con el pago de la cuotas de nuestros créditos, y que como consecuencia de ello nuestras tarjetas de créditos se encuentran sobre giradas y hemos apelado a créditos personales y familiares para no caer en mora", afirma el Colectivo Nacional Hipotecados UVA Autoconvocados.
"El "índice de pérdida de calidad de vida", no se refleja en los cálculos que realizan los técnicos del B.C.R.A. Asimismo, no es correcto centrar el análisis asumiendo que existe una "ganancia patrimonial", por el crecimiento en el valor de los inmuebles. En su mayoría los créditos fueron otorgados para adquirir viviendas únicas, y los inmuebles no se compraron especulando con obtener una ganancia de capital, la cual es relativa teniendo en cuenta la profunda recesión que atraviesa el mercado inmobiliario", dicen.
"No es a través del cambio del índice de indexación, como se va a lograr paliar los ruinosos efectos de estos créditos. Cambiar CER por CVS no brinda ninguna solución. En el corto plazo hasta podría resultar contraproducente dado que se espera que los salario crezcan por encima de la inflación", agregan.
"Desde el Colectivo reclamamos que se nos tenga en cuenta al momento de llevar adelante estas modificaciones, las cuales serían inminentes. En lo inmediato reclamos un urgente congelamiento en la UVA que alcance cuota y capital y abarque a todo el universo de hipotecados, hasta tanto se conforme una mesa de diálogo que nos incluya. No constituye un buen primer paso tomar medidas ignorando nuestros reclamos. Es necesario transformar estos créditos y convertirlos en instrumentos previsibles a largo plazo que permitan a las familias afrontar el pago de sus cuotas sin seguir padeciendo un permanente deterioro en su calidad de vida", concluyen.