Un escándalo en el seno del Ejecutivo de la gestión libertaria comenzó a resonar este domingo y a expandirse como reguero de pólvora a través de la red social X. De acuerdo a una publicación de La Nación, firmada por el periodista Hernán Cappiello, Santiago Caputo, el asesor más fiel del presidente, Javier Milei, le habría pedido la renuncia al vicepresidente de la Unidad de Información Financiera (UIF), Manuel Tessio.
No obstante, el pedido de renuncia de Tessio, estaría vinculado nada menos que al llamado “yate gate”: Caputo habría tomado la decisión de que Tessio diera un paso al costado luego de que la UIF se presentara como parte querellante en la causa en que se investiga al exintendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, por lavado de dinero y enriquecimiento ilícito tras su viaje en compañía de la modelo Sofía Clerici.
Aunque no hay datos concretos de la relación entre Caputo e Insaurralde por este tema, “fuentes oficiales señalaron a La Nación que Caputo le pidió explicaciones a la UIF por la presentación que hizo el organismo ante el juez federal Ernesto Kreplak, que subroga el juzgado federal de Lomas de Zamora”, indicó la publicación. En tanto, según expresa la nota, allegados a Caputo dijeron que él no había mandado pedir la renuncia del funcionario, sino que Tessio se había alejado por “razones personales”.
La UIF depende del Ministerio de Justicia y se encarga de realizar investigaciones de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo a partir del intercambio de información de inteligencia financiera con el resto de los países del mundo.
La ley de la UIF subraya que si un funcionario del organismo deja el cargo, por dos años no puede asesorar a quienes son los sujetos obligados a reportar maniobras sospechosas, con lo que si ese fue el motivo del alejamiento, equivaldría a que como abogado Tessio, deberá dedicarse a otras ramas del derecho, como divorcios o asuntos laborales.