En el contexto de las campañas en 2025, la improvisación es un camino directo al fracaso, acarreando la pérdida de recursos, tiempo y esfuerzo. La creencia errónea de que el manejo de herramientas digitales para la comunicación es intuitivo, simplemente por el uso cotidiano de aplicaciones, ignora la necesidad de un entrenamiento o conocimiento específico.
No por usar algo cotidianamente uno sabe usar "la cosa" y menos que menos darle un valor estratégico.
Primero lo primero. Hay que tener una estrategia. Y esa estrategia combina lo que queres proponer con lo que la conversación social digital te propone o quiere.
Cómo se construye la estrategia es lo que explico y capacito a diversas marcas personales, políticas y medios de comunicación. Acá podes acceder https://estebanconcia.substack.com/p/como-hacer-una-campana-electoral
No es que las cosas son virales o funcionan por casualidad hay un método, y si lo aplicas ganas.
Un punto fundamental para tener la mitad del camino recorrido en 2025 es comprender dos aspectos esenciales: los formatos y las aplicaciones.
Los formatos se refieren a la manera en que se presenta el contenido, mientras que las aplicaciones son las puertas de entrada a través de las cuales este contenido ingresa al público. Es crucial adaptar el contenido al medio predominante, considerando que la mayor parte del mismo será visualizado en teléfonos inteligentes, que son inherentemente verticales y dependen de las aplicaciones para su funcionamiento.
En la actualidad, el contenido que mejor funciona se caracteriza por ser emocional, crudo y poco editado, generando una sensación de inmersión similar a la de un vivo. Esto implica mostrar autenticidad, como grabar mientras se camina en lugar de en un estudio. Sin embargo, esta espontaneidad no implica una ausencia de estrategia; por el contrario, existe una planificación detrás de este tipo de contenido.
Una concepción errónea común es la de considerar lo digital como un simple reflejo de las actividades físicas. Publicar en redes sociales únicamente lo que se hace en el mundo offline, como reuniones o planificaciones, no conecta con la lógica propia del entorno digital. Lo digital constituye una comunidad en sí misma, con sus propias dinámicas, tendencias y formas de surgir, y es un error abordarlo solo como un registro de eventos físicos.
Y aunque claramente, en algunos casos lo digital te servirá para el impacto y amplificar lo que hiciste en una actividad física, esa no puede ser la forma corriente de procesar los contenidos. Lo digital tiene una planificación propia, incluso las acciones se piensan antes para la comunicación que para la política.
En una campaña, ya sea electoral, de promoción de marca o de política pública, la clave está en planificar la estrategia digital de forma autónoma, priorizando la comunicación como punto de partida para generar la acción. En lugar de construir contenido digital a partir de hechos físicos, se debe pensar en acciones diseñadas específicamente para ser comunicadas digitalmente. Este enfoque, que se centra en la comunicación antes que en las relaciones públicas o la política en sí, es lo que se debe entrenar y comprender profundamente.
Qué hay en 2025. Y enfocado en el "cómo" y las metodologías de las campañas digitales. Estos puntos
La creación de videos con alto potencial de visualización, comunicación masiva desde WhatsApp, la construcción de una imagen personal ligada al proyecto, la generación de contenido de mediana y larga duración para construir credibilidad, y el uso de inteligencia artificial para diversificar el contenido, la creación de piezas con IA, la generación sustemática de metalenguaje tipo meme o sticker y claramente como lo vengo contando desde 2018/2019 el formato principal de mayor alcance e impacto es el video corto vertical.
Lic. Esteban Concia